Un análisis de seguimiento a largo plazo de cuatro estudios mostró que tomar dosis bajas de aspirina (al menos 75 mg/día) durante varios años reduce el riesgo de cáncer colorrectal. Los efectos aumentaron al aumentar la duración del uso de aspirina. Curiosamente, el impacto fue más claro para los cánceres que afectan el colon proximal, un área que es difícil de obtener imágenes con exámenes de detección convencionales (es decir, colonoscopia).
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