La hipoxia es una afección en la que un área del cuerpo tiene un nivel de oxígeno más bajo de lo normal. Casi todos los tumores sólidos tienen una región hipóxica. Debido a que las áreas hipóxicas no reciben sangre, es difícil administrar un tratamiento eficaz. Sin embargo, el hecho de que la hipoxia sea tan poco común en el tejido normal ofrece una oportunidad para una terapia específica.
Los científicos de la Universidad de Manchester han descubierto que el compuesto ABT-737 desencadena una vía que finalmente conduce a la apoptosis (muerte celular programada) en el carcinoma colorrectal humano y el carcinoma de células pequeñas. La hipoxia es esencial para la apoptosis inducida por ABT-737, lo que garantiza que los tumores serán el objetivo principal.