Los candidatos a fármacos contra el cáncer pueden obtenerse de una de dos fuentes: compuestos naturales o compuestos producidos sintéticamente. Los investigadores del Centro de Investigación Scripps han utilizado los efectos positivos de ambos enfoques para crear docenas de nuevos compuestos que pueden ayudar potencialmente en el tratamiento del cáncer y el VIH y otras afecciones.
Se ha demostrado que la planta floreciente Hypericum chinense, conocida como biyouyanagi en Japón, tiene propiedades tanto contra el VIH como contra el cáncer. Estos efectos son el resultado de químicos naturales, llamados biyouyanagins, producidos por la planta. Los investigadores utilizaron luz ultravioleta para modificar estos compuestos naturales. El resultado fue una colección de nuevos medicamentos potenciales que ahora están disponibles para realizar pruebas contra el cáncer, el VIH y otras enfermedades.