Muchos tratamientos nuevos contra el cáncer están diseñados para bloquear el desarrollo de nuevos vasos sanguíneos que alimentan a los tumores. Uno de los objetivos más comunes es el factor de crecimiento derivado del endotelio vascular (VEGF, por Vascular Endothelial Growth Factor) . Una nueva investigación ha arrojado luz sobre el mecanismo por el cual los tratamientos anti-VEGF causan la muerte de las células endoteliales, las precursoras de los vasos sanguíneos. Los tratamientos provocan un aumento de una proteína llamada Bim. Bim puede causar apoptosis, una forma de suicidio celular. El descubrimiento abre la posibilidad de nuevos tratamientos para aumentar la actividad de Bim en las células cancerosas.