Todas nuestras células dependen del azúcar para obtener energía. Las células cancerosas solo necesitan más azúcar que las células normales. Esto se debe a que muchos cánceres solo utilizan algunos de los procesos de producción de energía disponibles, por lo que obtienen menos energía por molécula de azúcar.
Utilizando el cáncer de riñón como modelo, los investigadores han identificado un objetivo que puede privar a las células cancerosas del azúcar que necesitan. El objetivo (GLUT1) es una proteína de transporte que ayuda a las células a absorber la glucosa del azúcar de su entorno. Cuando el transportador está bloqueado, las células mueren de hambre. Las células normales no se ven afectadas por el tratamiento porque no necesitan tanta azúcar para sobrevivir.