La detección temprana del cáncer es difícil, sin embargo, una tecnología podría cambiar esta situación. Un equipo internacional de investigadores ha desarrollado unos sensores que detectan las diferencias en la secreción de químicos pequeños de células normales y cancerígenas en los pulmones. Estas células fueron cultivadas en un laboratorio y el aire de sus placas de crecimiento se utilizó como muestra. A los químicos secretados se los contiene con nanopartículas de oro y se realiza el análisis. La prueba logró distinguir entre las células normales y cancerígenas además de determinar si un linage de células cancerígenas en los pulmones correspondía a carcinomas microcíticos o a carcinomas no-microcíticos.
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