Los científicos en Johns Hopkins y la Universidad de Oxford están investigando nuevas formas de matar selectivamente las células del cáncer de mama. En su esfuerzo por encontrar objetivos que permitieran la muerte de las células cancerosas y preservar las células normales, los investigadores se centraron en una estructura de células pequeñas llamada centrosoma. Los centrosomas consisten en dos tubos huecos llamados centriolos. Los centrosomas ayudan a las células a dividirse, pero muchas células no los necesitan. Los investigadores demostraron que las células del cáncer de mama necesitaban centrosomas para dividirse.
Al analizar las células de cáncer de mama, encontraron niveles más altos de una proteína llamada TRIM37, que controla los centrosomas. Los científicos utilizaron un fármaco para interrumpir la actividad normal de la proteína y eliminar los centrosomas. Las células normales aún podrían dividirse en presencia de la droga. Las células del cáncer de mama, por otro lado, dejaron de crecer o murieron. El tratamiento aún se encuentra en la etapa de prueba, utilizando células cultivadas en laboratorio y células de pacientes, pero los investigadores esperan que un medicamento similar funcione en los pacientes.
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