Nuestros cuerpos están formados por billones de células. Debido a que el cáncer se caracteriza por una reproducción celular incontrolable, ¡puede acumularse en un tumor! Investigadores en Europa han estado investigando cómo las células tumorales continúan prosperando a pesar de su entorno abarrotado; resulta que las células pueden saber cuándo están siendo aplastadas.
Cuando se aprieta una célula, la membrana alrededor del núcleo comienza a desplegarse y estirarse. Las proteínas especiales pueden detectar estos cambios y activar la capacidad de contraerse, lo que ayuda a la célula a salir de ese espacio reducido. Creen que el núcleo actúa como una regla que mide el espacio personal de una célula y responde cuando es invadido.
¿Cómo nos ayuda esta información a combatir el cáncer? Al usar inhibidores para suprimir la actividad de las proteínas sensibles al tamaño, es posible que las células tumorales no puedan sobrevivir y propagarse cuando están hacinadas. Esto sería muy útil para tratar tumores y prevenir la propagación del cáncer (metástasis). Las compañías farmacéuticas están probando inhibidores actualmente.