Una angustia común entre los pacientes de cáncer es que si su enfermedad o su tratamiento puede alterar la eficacia de la vacuna del COVID-19 o su reacción corporal.
Un estudio realizado en Israel resuelve estas dudas. La investigación incluyó a 102 pacientes como participantes, que padecen de una diversidad de cánceres y reciben distintos tipos de tratamientos. Los resultados demuestran que un 90% de los pacientes de cáncer que se encuentran bajo tratamiento logran producir anticuerpos después de dos inyecciones de la vacuna del COVID de la farmacéutica Pfizer-BioNTech (en comparación con el 100% de los participantes no enfermos). Desafortunadamente, los niveles de anticuerpos no eran igual de altos como aquellos de los participantes sin cáncer. Aun se desconoce si la carencia de anticuerpos afecta la eficacia de la vacuna o si la reacción corporal durará igual que aquellas de los participantes sin cáncer.
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