Los tratamientos para el cáncer están diseñados para matar a células cancerígenas. Parece ser simple, pero no lo es, pues cuando las células cancerígenas mueren, pueden causar inflamación, y la inflamación crónica apoya al crecimiento del cáncer.
¿Y esto cómo se resuelve?
Expertos de Harvard y del "Institute of Systems Biology" han descubierto que la inflamación proveniente de la muerte de células cancerígenas se puede bloquear con sustancias denominadas resolvinas. Las resolvinas reducen la inflamación y provocan que los fragmentos de células muertas sean "consumidas" por otras células, sacándolos del sistema.
Ya que las resolvinas también se están investigando para otros usos médicos, podrían ser utilizadas en pacientes con cáncer pronto. Además, no parecen ser tóxicas.
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