Antes del desarrollo de la prueba del Papanicolau, el cáncer cervical se consideraba una de las principales causas de muerte en las mujeres estadounidenses. Desde que esta prueba se convirtió en un procedimiento de rutina, se ha logrado diagnosticar y tratar a mujeres antes de que su cáncer pueda desarrollarse completamente o propagarse. Sin embargo, en los últimos 10 años, la detección del cáncer cervical no ha cambiado mucho.
Recientemente, un equipo de investigación de la Universidad médica del estado de Carolina del sur, ha realizado un descubrimiento que podría cambiar esta situación. Los investigadores hallaron un tipo de esponja marina en Indonesia, que produce un químico denominado Manzamina A; este interactúa con una proteína que se encuentra a niveles elevados cuando hay cáncer cervical, u otros tipos de cáncer en el cuerpo. La Mazamina A podría ser el primer medicamento que detiene la función de esa proteína. El equipo agregó el químico a cuatro líneas de células cancerígenas, y vieron que la Manzamina A provocó la suspensión del crecimiento de estas, además de la muerte de algunas; no obstante, el crecimiento de las células saludables no se vio afectado. Esta revelación brinda muchas esperanzas, y se realizarán pruebas adicionales.