Durante más de 20 años, el papel de la sacarina ha sido un tema polémico en las discusiones sobre alimentos y salud humana. Este edulcorante artificial se utiliza en muchos alimentos y bebidas dietéticos populares debido a su alto nivel de dulzura (~ 300 veces más dulce que el azúcar) y al hecho de que no contiene calorías. En los años transcurridos desde su introducción, algunas personas han sugerido que la sacarina es capaz de causar cáncer. Este mes, en respuesta a los resultados de una revisión de la información de salud pública con respecto a la sacarina, la EPA eliminó el sustituto del azúcar de su lista de sustancias peligrosas.
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