Un estudio danés que siguió a más de 55,000 hombres y mujeres durante un período de aproximadamente 10 años encontró que aquellos que tenían estilos de vida saludables podían reducir sustancialmente su riesgo de desarrollar cáncer colorrectal. Las actividades monitoreadas incluyeron actividad física, consumo de alcohol, tabaquismo, circunferencia de la cintura y dieta. Los investigadores estiman que si todas las personas siguieran todas las recomendaciones de estilo de vida saludable, se podrían haber prevenido el 23% de los casos de cáncer colorrectal.