Un diagnóstico de cáncer a menudo implica un tipo de cirugía, un procedimiento de biopsia invasivo. Puede que ese no sea el caso por mucho tiempo.
Los investigadores del Centro Oncológico Johns Hopkins Kimmel han desarrollado un nuevo método que tiene la capacidad de diagnosticar a los pacientes incluso en las primeras etapas del cáncer. Su método analiza el material genético, el ADN, liberado de las células cancerosas. Su método, llamado secuenciación de corrección de errores dirigidos (TEC-Seq), es sensible (capaz de encontrar pequeñas cantidades de ADN) y específico (solo identifica el ADN del cáncer). En un grupo de 200 pacientes evaluados, más de la mitad de los pacientes con cáncer colorrectal, de mama, de pulmón y de ovario en estadio temprano (estadio I y II) fueron diagnosticados con precisión utilizando TEC-Seq.
Aunque los métodos de biopsia de sangre no invasivos aún requieren validación a través de estudios grandes, las herramientas genéticas como TEC-Seq pueden permitir la intervención y el tratamiento tempranos del cáncer, reduciendo las enfermedades relacionadas con el cáncer y la muerte en el futuro.