El cáncer surge cuando ciertos genes importantes sufren daños. Estos genes suelen controlar procesos como la reproducción, vida o muerte de la célula. Aquellos genes que transmiten señales estimulantes se denominan proto-oncogenes, mientras que los genes de supresión tumoral detienen o inhiben ciertos procesos.
Una nueva investigación que examinó a miles de genes, halló que en el cáncer, algunos genes defectivos de supresión tumoral participan en otras actividades además de prevenir la división descontrolada de la célula. De hecho, estos genes pueden impedir que el sistema inmune reconozca a las células cancerígenas. ¡Este resultado inesperado podría ser un descubrimiento muy importante! Si esta hipótesis resulta ser verdad, la mala conducta de estos genes podría servir como enfoque para los nuevos tratamientos de cáncer.