¡Las enfermedades cardíacas pueden empeorar el cáncer de mama!

Muchas sobrevivientes de cáncer de mama tienen un mayor riesgo de desarrollar enfermedades que afectan el corazón (ataque cardíaco y accidentes cerebrovasculares) después de recibir tratamiento para su cáncer. Esto se debe a que algunos agentes de quimioterapia dañan los músculos del corazón, inhiben la formación de vasos sanguíneos y pueden causar coágulos de sangre. Si bien esto se sabe, Kathryn Moore, Ph.D., de la Escuela de Medicina de la Universidad de Nueva York, quería averiguar si era cierto lo contrario: los eventos cardiovasculares (corazón y vasos sanguíneos) afectan los resultados del cáncer en las sobrevivientes de cáncer de mama.

Los investigadores siguieron a 1,700 mujeres con cáncer de mama durante un promedio de 12 años. Descubrieron que las sobrevivientes de cáncer de mama que sufrieron ataques cardíacos, accidentes cerebrovasculares, arritmias (latidos cardíacos irregulares) y otros eventos cardiovasculares tenían un riesgo 59% mayor de que el cáncer de mama regresara. También se encontró que tenían un 60% más de posibilidades de morir en comparación con los sobrevivientes que no experimentaron eventos cardiovasculares. Los investigadores también vieron esta misma tendencia en ratones de laboratorio. Estudiaron dos grupos de ratones con cáncer de mama: uno en el que los ataques cardíacos fueron inducidos quirúrgicamente y otro en el que no. Encontraron que los tumores de cáncer de mama eran casi el doble de grandes en el grupo de ratones que los ataques cardíacos. El equipo descubrió que esto se debía a la falta de células inmunitarias útiles y un aumento de las células inmunitarias supresoras (células que impiden que las células que matan el cáncer ataquen el tumor).

Este estudio destaca la importancia de minimizar el riesgo de enfermedad cardiovascular en las sobrevivientes de cáncer de mama. Hacer ejercicio con regularidad y mantener una dieta saludable podría reducir la aparición de diabetes, obesidad e hipertensión arterial. Estas estrategias reducirán el riesgo y mejorarán los resultados de las pacientes con cáncer de mama.