Ramucirumab
El Cyramza se inyecta a la vena a través de una via intravenosa administrada por un profesional médico. Se podrán recetar medicamentos adicionales para prevenir algunos efectos adversos mientras el paciente recibe Cyramza. Este fármaco a veces se administra una vez cada dos semanas. El paciente también puede recibir Cyramza en el transcurso de un ciclo de tratamiento de 21 días, en los cuales solo tendrá que tomar la medicina en el primer día de cada ciclo. Siga las instrucciones de su médico con cuidado. Es posible que se tendrá que realizar exámenes de sangre o de orina con frecuencia. Su presión sanguínea se debe monitorear a menudo. Si se va a realizar una cirugía, avise a su cirujano que está tomando Cyramza con antelación. Es probable que tenga que dejar de tomar el medicamento por un periodo breve.
El CYRAMZA™ es un anticuerpo monoclonal que inhibe la función del receptor del factor de crecimiento vascular endoteilial 2 (VEGFR2). El Cyramza bloquea el flujo sanguíneo del cual se alimentan los tumores para crecer. El fármaco está diseñado para tratar a pacientes cuyos tumores han crecido durante o después de un tratamiento de quimioterapia con platino. Este medicamento se debe tomar en conjunto en docetaxel, otro tipo de quimioterapia.
Los efectos secundarios comunes del Cyramza incluyen: debilidad o cansancio, diarrea, sangrados nasales, conteos bajos de leucocitos o presión alta.
Busque atención medica inmediatamente si manifiesta síntomas de una reacción alérgica al Cyramza: ronchas, dificultad al respirar, hinchazon en la cara/labios/lengua/garganta.
Algunos efectos secundarios se pueden experimentar durante la inyección. Avise a su cuidador de manera inmediata si se siente mareado, con escalofríos, sudoroso, o si tiene alguna especie de dolor o tensión en el pecho, dolor al respirar, dolor de espalda, o amortiguamiento y cosquilleo. El Cyramza puede elevar el riesgo de un sangrado severo.
Llame a su doctor al instante si experimenta: una herida que no cicatriza, dolor de cabeza, confusión, cambios en el estado mental, pérdida de la vista, convulsiones, dolor severo o duradero de estómago, vómito, diarrea, mareos, desmayos, conteos bajos de leucocitos, fiebre, encías hinchadas, lesiones bucales dolorosas, dolor al tragar, lesiones en la piel, síntomas de un resfriado o de la gripe, tos, dificultad al respirar, presión sanguínea peligrosamente alta, dolor severo de cabeza, visión borrosa, zumbidos en los oídos, ansiedad, falta de aliento, arritmias, problemas en los riñones, ojos hinchados, hinchazón en los tobillos o pies, incremento de peso, orina que luce espumosa, señales de sangrado estomacal, deposiciones alquitranadas, tos sangrienta, vómito que luce como café molido, síntomas de un coágulo de sangre, amortiguación o debilidad súbita (especialmente en un lado particular del cuerpo), dolor severo de cabeza súbito, habla lenta o arrastrada, problemas con la visión o el equilibrio, o síntomas de un ataque al corazón, dolor o presión en el pecho, dolor que se propaga hacia la mandíbula o el hombro, náusea y sudor.